Para la evaluación de los criterios del grupo agentes (incluyen del criterio 1 al criterio 5), los factores de evaluación que se emplearán son el enfoque y el despliegue. Cada uno de los criterios se evaluará, y revisará si es necesario, de acuerdo con su enfoque y su despliegue.
Enfoque
El enfoque abarca lo que una organización ha planificado hacer y las razones de su decisión.
El enfoque se refiere a los objetivos y planteamientos de cada subcriterio, así como a la definición y desarrollo del proceso o procesos más efectivos para alcanzar dichos objetivos, es decir, los métodos que la organización emplea para la implantación de los diferentes criterios.
El grado de excelencia del enfoque se medirá en función de si el enfoque está sólidamente fundamentado e integrado.
Un enfoque estará más o menos sólidamente fundamentado en función de hasta qué punto consigue:
? Abordar los aspectos relevantes del subcriterio en cuestión.
? Aportar un razonamiento claro, por ejemplo, proporcionando una declaración de sus objetivos y propósitos y, además, tiene en cuenta si las prácticas descritas tienen sentido dentro de la organización.
? Centrarse en las necesidades de los grupos de interés relevantes y en los resultados que se buscan, de manera que implica generalmente a todos los grupos de interés y ofrece un proceso o procesos bien definidos y desarrollados.
Se habla de un enfoque integrado cuando apoya la política y estrategia de la organización y está vinculado a otros enfoques, cuando resulte apropiado.
El enfoque deberá formar parte de los procedimientos definidos y no ser meramente una iniciativa eventual que algún directivo lleva a cabo.
Despliegue
El despliegue se se refiere a las acciones que emprende una organización para implantar el enfoque. Es decir, representa la traducción a la práctica de lo que ha quedado definido en el enfoque.
Una implantación bien alineada y sistemática significa que la política y la estrategia de la organización están presentes en el despliegue cotidiano de los distintos enfoques y en todos los niveles de la organización.
Una organización será más o menos excelente en función del grado de implantación del
enfoque y de su sistematicidad.
Un despliegue será más o menos sistemático en función de hasta qué punto el despliegue del enfoque se gestiona de una manera estructurada.
El grado de implantación indica el nivel en que el enfoque se ha implantado en las áreas relevantes, a qué niveles y subdivisiones de la organización alcanza y, además, si abarca todos los procesos, productos y servicios relevantes.
Evaluación y revisión
La organización debe evaluar el enfoque y su despliegue. En una organización considerada excelente, el enfoque y su despliegue estarán sujetos a mediciones regulares y se realizarán actividades de aprendizaje. Como resultado de lo anterior, se identificarán y establecerán prioridades y se planificará e implantará la mejora.
La medición cubre hasta qué punto se lleva a cabo, cuando proceda, la medición periódica del enfoque, del despliegue del enfoque y de los resultados que logra.
Normalmente, estas medidas se suelen mostrar en los subcriterios relevantes. El aprendizaje cubre hasta qué punto se utilizan las actividades propias del aprendizaje, como pueden ser, por ejemplo, el benchmarking y las evaluaciones de rendimiento y los análisis, para identificar y compartir las mejores prácticas, así como las oportunidades de mejora.
Las acciones de mejora son un resultado clave en la evaluación y revisión, de esta manera los puntos fuertes quedan consolidados y se mejoran los puntos débiles. La mejora cubre hasta qué punto las medidas y la información que proviene de las actividades relacionadas con el aprendizaje y la creatividad se analizan y utilizan para identificar y establecer prioridades, así como para planificar e implantar las mejoras. Las mejoras deberían en la medida de lo posible reflejar el esfuerzo innovador de la organización.
Enfoque
El enfoque abarca lo que una organización ha planificado hacer y las razones de su decisión.
El enfoque se refiere a los objetivos y planteamientos de cada subcriterio, así como a la definición y desarrollo del proceso o procesos más efectivos para alcanzar dichos objetivos, es decir, los métodos que la organización emplea para la implantación de los diferentes criterios.
El grado de excelencia del enfoque se medirá en función de si el enfoque está sólidamente fundamentado e integrado.
Un enfoque estará más o menos sólidamente fundamentado en función de hasta qué punto consigue:
? Abordar los aspectos relevantes del subcriterio en cuestión.
? Aportar un razonamiento claro, por ejemplo, proporcionando una declaración de sus objetivos y propósitos y, además, tiene en cuenta si las prácticas descritas tienen sentido dentro de la organización.
? Centrarse en las necesidades de los grupos de interés relevantes y en los resultados que se buscan, de manera que implica generalmente a todos los grupos de interés y ofrece un proceso o procesos bien definidos y desarrollados.
Se habla de un enfoque integrado cuando apoya la política y estrategia de la organización y está vinculado a otros enfoques, cuando resulte apropiado.
El enfoque deberá formar parte de los procedimientos definidos y no ser meramente una iniciativa eventual que algún directivo lleva a cabo.
Despliegue
El despliegue se se refiere a las acciones que emprende una organización para implantar el enfoque. Es decir, representa la traducción a la práctica de lo que ha quedado definido en el enfoque.
Una implantación bien alineada y sistemática significa que la política y la estrategia de la organización están presentes en el despliegue cotidiano de los distintos enfoques y en todos los niveles de la organización.
Una organización será más o menos excelente en función del grado de implantación del
enfoque y de su sistematicidad.
Un despliegue será más o menos sistemático en función de hasta qué punto el despliegue del enfoque se gestiona de una manera estructurada.
El grado de implantación indica el nivel en que el enfoque se ha implantado en las áreas relevantes, a qué niveles y subdivisiones de la organización alcanza y, además, si abarca todos los procesos, productos y servicios relevantes.
Evaluación y revisión
La organización debe evaluar el enfoque y su despliegue. En una organización considerada excelente, el enfoque y su despliegue estarán sujetos a mediciones regulares y se realizarán actividades de aprendizaje. Como resultado de lo anterior, se identificarán y establecerán prioridades y se planificará e implantará la mejora.
La medición cubre hasta qué punto se lleva a cabo, cuando proceda, la medición periódica del enfoque, del despliegue del enfoque y de los resultados que logra.
Normalmente, estas medidas se suelen mostrar en los subcriterios relevantes. El aprendizaje cubre hasta qué punto se utilizan las actividades propias del aprendizaje, como pueden ser, por ejemplo, el benchmarking y las evaluaciones de rendimiento y los análisis, para identificar y compartir las mejores prácticas, así como las oportunidades de mejora.
Las acciones de mejora son un resultado clave en la evaluación y revisión, de esta manera los puntos fuertes quedan consolidados y se mejoran los puntos débiles. La mejora cubre hasta qué punto las medidas y la información que proviene de las actividades relacionadas con el aprendizaje y la creatividad se analizan y utilizan para identificar y establecer prioridades, así como para planificar e implantar las mejoras. Las mejoras deberían en la medida de lo posible reflejar el esfuerzo innovador de la organización.