Participación y desarrollo de empleados y asociados
La consecución de los objetivos operacionales y de calidad requiere empleados comprometidos y bien formados.
Los mayores retos en el área del desarrollo del personal son la coordinación de todos los programas de gestión de los recursos humanos (selección, reconocimiento, entrenamiento, progresión profesional, participación) y la integración de la gestión del personal en los planes de negocio y en el proceso de planificación estratégica general de la empresa. Para abordar estos retos, se necesitan mecanismos de adquisición y empleo de datos relativos al personal en lo que se refiere a conocimientos, satisfacción, motivación, seguridad, bienestar, etc. De este modo, debe ser posible establecer la correlación entre dichos datos relativos al personal y los indicadores de resultado de la empresa, como productividad o satisfacción del cliente.
Las empresas necesitan invertir en el desarrollo de sus empleados mediante programas de formación y de planes específicos de recompensas y reconocimiento orientados a fomentar la participación.
La organización necesita construir relaciones con sus socios, y para ello debe fomentar el trabajo en equipo, ya sea en el interior de la organización o externamente con clientes, proveedores u otras organizaciones como pueden ser universidades o institutos tecnológicos, etc.
Se puede contribuir a fomentar el trabajo en equipo internamente estimulando la colaboración entre empleados de distintos departamentos o funciones, por ejemplo, asignándoles un proyecto en concreto o fomentando la creación de equipos de mejora dentro de la organización. De esta manera, se compartirán conocimientos y experiencias entre empleados de distintas funciones.
En cuanto a las relaciones externas, cada vez tiene una importancia mayor el establecimiento de alianzas estratégicas, que pueden permitir a la compañía entrar en nuevos mercados o establecer las bases para el desarrollo de nuevos productos o servicios.
Los acuerdos de cooperación deberán buscar objetivos a largo plazo. Esto requiere establecer con los socios mecanismos para que haya:
- Comunicaciones periódicas.
- Evaluación del progreso.
- Modificación de objetivos.
- Reacción ante cambios en el mercado.
Agilidad de respuesta y flexibilidad
Para competir con éxito en los duros mercados actuales, es necesario reducir los ciclos de desarrollo de productos y servicios, así com una mayor agilidad ante las demandas de los clientes.
En este contexto, cobra una importancia capital disponer de programas específicos de reducción de tiempos ciclo de procesos internos, lo cual conduce a una reducción del plazo de entrega.
La reducción del tiempo ciclo de los procesos generalmente aporta como beneficios adicionales la mejora de la calidad y de la productividad. Por esto, es conveniente considerar al mismo tiempo los objetivos de reducción de tiempo ciclo, calidad y productividad.
Orientación al futuro
Para lograr calidad y liderazgo en el mercado, se requieren estrategias orientadas al futuro y la toma de compromisos a largo plazo con proveedores, clientes, empleados y accionistas.
Además, se requiere un enorme sentido de anticipación de los cambios que van a ocurrir, de las expectativas de los clientes, de los segmentos de clientes, de las innovaciones tecnológicas y actividades de los competidores. El progreso de los planes a largo plazo deberá revisarse periódicamente.
La consecución de los objetivos operacionales y de calidad requiere empleados comprometidos y bien formados.
Los mayores retos en el área del desarrollo del personal son la coordinación de todos los programas de gestión de los recursos humanos (selección, reconocimiento, entrenamiento, progresión profesional, participación) y la integración de la gestión del personal en los planes de negocio y en el proceso de planificación estratégica general de la empresa. Para abordar estos retos, se necesitan mecanismos de adquisición y empleo de datos relativos al personal en lo que se refiere a conocimientos, satisfacción, motivación, seguridad, bienestar, etc. De este modo, debe ser posible establecer la correlación entre dichos datos relativos al personal y los indicadores de resultado de la empresa, como productividad o satisfacción del cliente.
Las empresas necesitan invertir en el desarrollo de sus empleados mediante programas de formación y de planes específicos de recompensas y reconocimiento orientados a fomentar la participación.
La organización necesita construir relaciones con sus socios, y para ello debe fomentar el trabajo en equipo, ya sea en el interior de la organización o externamente con clientes, proveedores u otras organizaciones como pueden ser universidades o institutos tecnológicos, etc.
Se puede contribuir a fomentar el trabajo en equipo internamente estimulando la colaboración entre empleados de distintos departamentos o funciones, por ejemplo, asignándoles un proyecto en concreto o fomentando la creación de equipos de mejora dentro de la organización. De esta manera, se compartirán conocimientos y experiencias entre empleados de distintas funciones.
En cuanto a las relaciones externas, cada vez tiene una importancia mayor el establecimiento de alianzas estratégicas, que pueden permitir a la compañía entrar en nuevos mercados o establecer las bases para el desarrollo de nuevos productos o servicios.
Los acuerdos de cooperación deberán buscar objetivos a largo plazo. Esto requiere establecer con los socios mecanismos para que haya:
- Comunicaciones periódicas.
- Evaluación del progreso.
- Modificación de objetivos.
- Reacción ante cambios en el mercado.
Agilidad de respuesta y flexibilidad
Para competir con éxito en los duros mercados actuales, es necesario reducir los ciclos de desarrollo de productos y servicios, así com una mayor agilidad ante las demandas de los clientes.
En este contexto, cobra una importancia capital disponer de programas específicos de reducción de tiempos ciclo de procesos internos, lo cual conduce a una reducción del plazo de entrega.
La reducción del tiempo ciclo de los procesos generalmente aporta como beneficios adicionales la mejora de la calidad y de la productividad. Por esto, es conveniente considerar al mismo tiempo los objetivos de reducción de tiempo ciclo, calidad y productividad.
Orientación al futuro
Para lograr calidad y liderazgo en el mercado, se requieren estrategias orientadas al futuro y la toma de compromisos a largo plazo con proveedores, clientes, empleados y accionistas.
Además, se requiere un enorme sentido de anticipación de los cambios que van a ocurrir, de las expectativas de los clientes, de los segmentos de clientes, de las innovaciones tecnológicas y actividades de los competidores. El progreso de los planes a largo plazo deberá revisarse periódicamente.